Un aspecto fundamental y necesario en la práctica de un arte
marcial es un compañero de entrenamiento, un partenaire, alguien que nos plantee dificultades y adversidades que
debamos superar para progresar.
Parece lógico suponer, por tanto, que la progresión
individual está ligada a la relación cualitativa que existe con el compañero de
entrenamiento, y que cuanto más técnico y hábil sea este, más beneficios
aportará.
Habitualmente las artes marciales japonesas emplean los
términos Uke y Tori para designar a ambos practicantes.
Uke (受け ó うけ) proviene del verbo japonés Ukeru (受け) que generalmente se traduce
como recibir. Por tanto, diremos que
es “el que recibe la técnica”. Lleva implícita una conducta actuacional “pasiva”.
Tori (取り ó とり) proviene del verbo japonés Toru (取る) que generalmente
se traduce como tomar. Por tanto,
diremos que es “el que ejecuta la técnica”. Lleva implícita una conducta actuacional “activa”.
Lo resumiremos como: Uke, quien ayuda (sea cooperativo o no)
para la ejecución de un trabajo, y Tori, quien ejecuta el trabajo (aunque algunas escuelas lo denominan al
revés).
Siempre hemos escuchado lo importante que es tener un buen
uke, y que si es posible que tenga mas nivel que uno mismo, mejor. Pero ¿por qué?
Porque aunque el papel de Tori parece el más difícil o importante, puesto que
es quien ejecuta la técnica a practicar, Uke lo es más, ya que su acción
determinará nuestro nivel y habilidad.
Sucede que nos hemos quedado con una
imagen esteriotipada de un Uke (simple y sencilla) que ejecuta una acción
determinada (consensuada de antemano) y que luego adopta un papel totalmente
pasivo en el resto de la acción, como sucede por ejemplo en los clásicos Ippon
Kumite. No obstante, cuando practicamos los Futari Geiko, donde Uke también “actúa”,
ya no es una labor tan simple.
Está claro que para progresar no vale
cualquier Uke en cualquier trabajo; una realidad con la que muchos practicantes
se dan de bruces, por ejemplo, al querer preparar y llevar a cabo sus exámenes.
Entonces, es necesario que se progrese en la habilidad como Uke igual que se progresa en la habilidad como Tori.
¿Cómo se progresa como Uke? Con
educación. Y, ¿cómo se educa?
La educación de Uke transcurre por tres
etapas en concordancia con la evolución de su propio nivel técnico, aunque
quizá la progresión de cómo ser Uke deba ser anterior a la de cómo ser Tori,
porque siempre es más fácil romper un
trabajo que crearlo y ejecutarlo.
La superación de cada una de las etapas
permitirá, mediante un simple cambio actitudinal, emplear los roles previos en
función de los intereses o del objetivo buscado en cada caso.
Etapa 1. El Uke “Lelo”.
Este es el Uke más habitual y en el que
nos solemos estancar y que hemos esteriotipado.
No importa el nivel técnico de ambos
practicantes.
Uke inicia una acción predeterminada
para que Tori ejecute la técnica que quiere trabajar. Es un trabajo sin
pensamiento crítico por y para la técnica de Tori.
Este es el Uke necesario para el
aprendizaje de una técnica nueva, puesto que “se deja hacer” siendo totalmente
cooperativo para que Tori aprenda los movimientos, las dinámicas, etc, sin
dificultarle la acción de ninguna manera, más allá de la velocidad de ejecución
empleada.
Es el tipo de Uke que se suele emplear
en exhibiciones o exámenes.
Existen dos tipos de Uke “Lelo”:
- El Sempai.
Ejecuta un ataque muy técnico y correcto, según los cánones del arte,
estilo o escuela, para facilitar y ayudar la labor de aprendizaje y perfeccionamiento de Tori.
- El Kohai.
Ejecuta un ataque no ortodoxo (en cuanto a los cánones) que obliga a la adaptación de Tori para la
correcta ejecución y finalización de su técnica.
No obstante, esto no indica que los
ataques deban ceñirse sólo a un Oi Zuki
o un Oi Geri.
Etapa 2. El Uke activo (Aite 相手 ó あいて).
Este es un Uke que intercala su rol con
Tori, por tanto será pasivo o activo.
Para una correcta progresión, es
necesario que ambos practicantes tengan un nivel parejo.
Cualquiera puede iniciar la acción. Uke es
cooperativo pero ofrece una resistencia. A nivel ideal ambos (Tori y Uke)
deberían intentar ser los ganadores en cada secuencia técnica para el adecuado
progreso mutuo. Aquí el intercambio de técnicas puede ser consensuado (Yakusoku Kumite o Hyori no Kata) o no (Kumite), pero en ambos
casos cuando se practica se debe intentar ganar en cada técnica.
Se trabaja en un continuo ensayo-error
donde se validan las acciones de ambos.
Etapa 3. El Uke Sin Sen.
Este es el Uke (100% activo) que debería
anhelar Tori, porque es el que le ofrece la mayor progresión posible a sus
habilidades al mostrarle sus defectos, fallos o errores.
Es recomendable que Uke tenga más nivel
técnico que Tori.
Es un Uke no cooperativo y resistente.
Pero además sin Iniciativa (Sen); en cuanto a que esta debería ser siempre de Tori.
Uke solo encuentra huecos y opciones en aquellos puntos que a Tori le interesa
(apertura de ventanas). Cuando Tori, mediante la táctica y estrategias
empleadas, no “cierra las opciones” de Uke este se lo muestra “rompiéndole” el
trabajo y pasando a tener iniciativa.
Hay, por tanto, un estrecho vínculo, ligado a
la progresión mutua, entre Tori y Uke.
¿En qué se basa este vínculo?
- Confianza. En uno mismo y en el
compañero, porque cada uno somos conscientes y salvaguardas de nuestra
integridad, pero también de la del compañero. Cada vez que lesionamos al
otro ponemos un ladrillo para tapiar la sinceridad. A medida que crece la
confianza, aumenta la velocidad e intensidad de los trabajos.
- Sinceridad. En la exigencia de que los
ataques de Uke sean lo más reales (actitud) posibles para el ensayo de la
técnica de Tori. A nadie le gusta ser estrangulado, proyectado, luxado o
llevar un golpe, pero si condicionamos nuestro ataque a una falta de
confianza en la seguridad que nos ofrece Tori mermamos la progresión mutua.
- Compromiso. Ambos serán honestos y
sinceros con el trabajo realizado, para con ellos mismos y para con los
compañeros, dando y exigiendo lo máximo siempre, con la confianza de que
estamos seguros.
Sería aconsejable que cuando estemos en el
papel de Uke no nos estanquemos en un rol de un Uke lelo, rígido e inamovible,
sino que intentemos evolucionar y tratemos de llegar a ser un Uke perspicaz,
flexible y móvil que se adapte continuamente para ser la mejor opción posible
siempre en cada momento para Tori.
Y, ante todo, no debemos olvidar que cuando
estamos en el papel de Tori la importancia de trabajar con distintos Ukes para aprender
a adaptarse a las diferentes características físicas, psíquicas y técnicas diferenciadas
que nos ofrece cada uno de ellos.
Impresionante el trabajo que haceis! me gustaría "teneros" en Budo Synusia
ResponderEliminarGracias y siempre estamos dispuestos a colaborar para aprender más
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