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miércoles, 4 de noviembre de 2015

Entrevista a César Cámara Martín (Pt. 1)

Entrevista a
César Cámara Martín
Madrid, 14/07/1979


Okinawa Goju Ryu Kenkyukai Tailandia

"El Karate se puede practicar siempre, se adapta a ti"

¿Cuándo empezó a practicar Karate?

En 1994, con 14 años. Tengo un pequeño problema cardíaco y el médico me había recomendado practicar deporte en la etapa de crecimiento para prevenir problemas en el futuro. Pero nunca me gustaron mucho los deportes, yo me dedicaba a tocar el violín y dibujar… excepto las artes marciales. Practicaba Judo en el colegio, pero nada serio, y con mis amigos siempre jugaba a ser ninjas...la verdad es que cuando recuerdo lo que hacíamos… si fuera ahora mi hijo ¡lo mato! Saltábamos por los tejados, hacíamos circuitos en el colegio, peleábamos con palos... y todo sin supervisión de ningún tipo. Incluso me pasaba días lanzando un shuriken que había comprado en una tienda cercana a Moncloa en Madrid, que aún tengo. El Karate siempre me atrajo, pero nunca lo había practicado. Fue empezar y engancharme.

¿Cuál fue su primer Dojo?

El Gimnasio Eurosport, en Pozuelo de Alarcón.

¿Quiénes fueron sus Maestros?

Jose Luis Martín y Masaji Taira.

¿Qué recuerdos guarda de su etapa de estudiante?

Muy buen ambiente y desafíos continuos. Recuerdo, sobre todo, como los cinturones altos me enseñaban lo que sabían. Aún hoy en día seguimos juntándonos todos de vez en cuando. El recuerdo que he tenido siempre en el mundo de las artes marciales es conocer muy buena gente.

¿Ha tenido etapas inactivas en la práctica?

No, exceptuando por lesiones serias… y aún con estas he seguido practicando dentro de lo que podía hacer. Una rotura de ligamento no me impide hacer flexiones, Sanchin adaptado... He tenido un parón de casi un año de asistencia al Dojo por una lesión en la rodilla, pero seguía haciendo ejercicio y practicando para poder volver al entrenamiento regular. También tuve otro parón de seis meses por una lesión cervical, pero a los tres meses me dejaban hacer ejercicio, llamémoslo normal, con lo que adaptándose podía hacer cosas. El karate se puede practicar siempre, se adapta a ti.

¿Ha practicado algún otro arte marcial? ¿Cuales?

Yo no diría practicar, más bien investigar, y siempre enfocado a mejorar mi Goju Ryu. He entrenado y compartido con gente de muchísimas modalidades: Boxeo, Kick boxing, Judo, Kajukenbo... y con una práctica algo más seria de Muay Thai a la vez que seguía con mi entrenamiento de Karate. De hecho el Muay Thai sigo practicándolo siempre que puedo, ya que ahora vivo en Tailandia, pero siempre por detrás del karate o por estar acompañado [risas].

¿Ha sido competidor?

No, aunque me he visto obligado a participar en alguna competición, porque mi maestro quería que viésemos como era.

¿Karate es competición?

No. Mi recuerdo del mundo competitivo, al menos el de las federaciones, fue ir al examen de Shodan. Mi sensei insistía a que nos examináramos por la federación. Ese fue mi primer contacto, y aunque parezca mentira ¡me sentí completamente perdido! No tenía absolutamente nada que ver con lo que practicábamos y con como lo practicábamos.

Diferenciación de Karate Deportivo y Tradicional.

No sé qué es Karate deportivo o tradicional, sólo entiendo karate. Lo que se haga a modo deportivo no debería denominarse Karate. Tampoco me gusta el término tradicional… pero existiendo el término deportivo, la gente busca un opuesto, aunque ninguno de los dos define nada realmente. Ni siquiera los diccionarios tienen muy claro lo que es un arte marcial. Si lo buscas hace referencia a artes marciales orientales y que se practican como deporte y sin armas. Creo que deberían revisar esa definición, sobre todo lo de la parte oriental... Creo recordar que los españoles tuvimos uno de los mejores sistemas de esgrima del mundo y llegamos a conquistar una buena parte del globo. Algo se sabría de luchar también. Si revisamos manuales medievales como la Flor de la Batalla vemos que las técnicas de lucha son universales y que todas las culturas y sociedades las han usado para defenderse y atacar por igual. No me parece correcto definirlo como artes orientales ni como deporte. Un deporte es algo reglado, las artes marciales no lo son. En lo relativo a modalidades deportivas, la que más me atrae por su realismo, y a la vez seguridad en su práctica, es el Kudo.

¿Cómo ve el olimpismo?

Como el milenarismo, que dicen que va a llegar… pero espero que no. Lamentablemente los intereses económicos mueven el mundo.

Valores del Arte Marcial vs Deporte.

No creo que el deporte sea el que transmite los valores como tal, sino la disciplina practicada. El deporte creo que sólo hace referencia a unas reglas y a una competición. Esto no transmite valores. Yo veo el arte marcial como algo similar a una religión, algo interno y personal, cuya finalidad debe ser mejorar al individuo. En el momento en que se externaliza empezamos a pelear por quien tiene razón o por si lo que a uno le parece bien, para otro es una ofensa, y por establecer la supremacía de lo nuestro frente a los demás. El otro día en Tailandia, donde hay muchos grupos religiosos intentando hacerse un hueco frente al budismo, que mueven más dinero que la mafia, unas atractivas mormonas me preguntaron si era Cristiano, buscando abrir una puerta para un nuevo recluta supongo. Les contesté: ¡Soy César! Y ese fue el fin de la conversación.
Los valores que hay que transmitir son aquellos que permiten mejorarse a uno mismo. El deporte puede hacer eso físicamente, pero también lo puedes hacer en privado sin necesidad de reconocimiento por parte de extraños. Ese es un valor interesante que se debe transmitir. 

¿Qué es lo que más le gusta practicar?

El kumite… el darme de leches [risas]. Aunque es muy importante tener un equilibrio entre todos los aspectos del karate, ya que para hacer bien kumite necesitas haber hecho un buen kihon, aplicaciones colaborativas…

Una virtud que deberían tener todos los karatekas.

La disciplina, tanto con la práctica como con uno mismo. El karate requiere mucho tiempo y esfuerzo, por tanto, mucha disciplina para que te puedas dedicar a ello con mucho entusiasmo durante mucho tiempo.

¿Cuánto desconocimiento hay en el Karate?

Había mucho desconocimiento hace unos años, pero ahora gracias a las nuevas tecnologías, tanto en comunicación como en transporte, moverse es mucho más fácil, al igual que viajar a Okinawa, a China o a cualquier país donde puedas encontrar el origen del karate u otras artes marciales.
Hace 20 años ir a Okinawa era algo excepcional, algo para hacer una vez en la vida. Ahora te lo puedes permitir cada año, o cada dos o cuatro años, e ir a entrenar con quien quieras.
El karate se está recuperando mucho gracias a esto. Y también gracias a Internet, aun con el problema de que no posee un filtro para diferenciar lo bueno y lo malo. Esto, para alguien poco experimentado, puede hacer que se pierda un poco en el mundo de internet. Pero aunque no haya filtro y no todo esté en internet, hay gente muy buena dispuesta a compartir.

Gracias a Internet y a la mejora en el transporte ahora es muy fácil contactar con personas que tienen inquietudes similares a las tuyas, con quienes investigar y compartir información. Esto es lo que nos hace avanzar: buscar un mismo objetivo, compartir información, opiniones, experiencias…

¿Y en cuanto al desconocimiento del bunkai? Ya que sabes que hay quién argumenta que antes no se practicaba, y que luego lo que empezó a llegar eran esos bunkai de la JKA.

[Risas] Eso pasa en todas las artes marciales. En el caso del karate había un desconocimiento total de bunkai, sobre todo del karate japonés. Supongo que debido al método de trasmisión que tuvo (método escolar). Pero el problema del karate en general, no solo del japonés, es que cuando se ha expandiendo por el mundo, sobre todo por estadounidenses, ¿que habían hecho esos instructores? ¿Cuatro años de karate? Y eso en un país en el que la gente no les tendría mucho aprecio y con una cultura antaño mucho más cerrada. ¿Qué conocimiento podían tener esas personas?... Sobre todo en cuanto a bunkai.
Mucha gente dice: ¡es que no se entrenaba bunkai! Taira Sensei cuando oye esto se ríe, ¡en Okinawa siempre se ha entrenado bunkai! De hecho, cuando ves las aplicaciones de Jundokan, ves que tienen un kihon básico para todas las katas de Goju Ryu, que es la base del bunkai que trabajamos con Taira sensei.
Aunque no hay muchos documentos antiguos, y que muchos se ha perdido, esto se puede comprobar con el libro de Kenwa Mabuni o el de Choki Motobu, donde hay técnicas similares. Incluso los diferentes estilos de Shuri y Naha trabajaban al mismo tiempo técnica y aplicación. No son aplicaciones que alguien se haya inventado. El bunkai se trabajaba, algo que corrobora no sólo la vieja guardia de Okinawa, sino la mayoría de practicantes okinawenses. De hecho hay fotos de Chojun Miyagi trabajando Bunkai.
Esto debió de perderse en algún momento en su trasmisión a Japón. Pero es que luego salió de Japón de una forma distinta e impregnado de la manera cultural japonesa que es totalmente diferente a la de Okinawa. Y el karate japonés fue el más extendido. Y los tipos de bunkai que me comentas tienen ese aire muy muy japonés, muy en la idea que tienen del kendo.
Para mí es un problema de transmisión, de Okinawa a Japón, y de Japón al resto del mundo… y de la influencia japonesa en el karate.


Compartes entonces lo que según Michael Clarke le decía Miyazato Eiichi: ¡Primero viene el bunkai, luego kata! O consideras que debería ser al revés o que se deberían enseñar de modo simultáneo.

Sí, de hecho es como lo enseño, primero el bunkai.
Taira Sensei siempre enseña el trabajo de bunkai desde el concepto okinawense según el cual prefieren tener un saber profundo, con raíces profundas y centrado, igual que si fuera un árbol robusto y milenario con un tronco muy fuerte en lugar de un lago helado con poca profundidad, que tiene una capa de hielo muy finita, que representa un conocimiento amplio pero superficial, nada profundo. Y dice que esta es la manera original okinawense de hacer bunkai.
Creo que esta manera de practicar es la que empleaba Chojun Miyagi, que además me parece el modo lógico. Si explicas una kata directamente, el practicante tiene que aprender los movimientos sin saber realmente lo que está haciendo ni cuáles son las aplicaciones, porque visualmente es más complicado de entender.
Por ejemplo, en Seipai, si enseñas la parte de la luxación del brazo, con el giro y el movimiento tipo rodillo de los brazos, de buenas a primeras el practicante no suele entenderlo. Si enseñas la aplicación, giro-luxación, giro-golpe a los testículos, el practicante visualiza el movimiento y lo conecta con la aplicación.
Es que así se crearon las katas. Había una aplicación funcional en combate que se codificó en la kata para las futuras generaciones, dentro de una progresión lógica. El cómo se han creado las katas es un tema fascinante. Es que todas las katas que conozco tienen esa progresión lógica de hacerlo: aplicación funcional que guardo.
Pues al explicarlo debería ser igual. Primero practicamos la aplicación con un compañero y luego lo vemos en la kata. Así aprendemos la mecánica del cuerpo, cómo hay que moverse, cuánta fuerza aplicar, en qué dirección… Una vez sabes la aplicación, deberías seguir con esa misma dinámica en la kata. Esto es algo que se está perdiendo ahora en las katas, sobre todo debido a la competición, donde la kata es visualmente bonita, pero no funcional. Y eso es porque no se está pensando en la aplicación debido a ese desconocimiento del bunkai. Entonces, como no sé para que sirve un movimiento, lo hago de manera que quede bonito, aunque en la vida real nunca funcionaría así ejecutado.
Hay que trabajar la kata igual que el bunkai. La única forma de llegar a esta conexión es trabajar la aplicación hasta que salga y la sintamos, y luego extrapolar ese sentimiento a la kata. ¡Y encima es mucho más rápido de aprender!

Diferencia entre Karate Okinawense y Karate Japonés.

[Risas]. Nunca he practicado karate japonés ni entrenado con senseis japoneses… ¡jamás! Aunque personas de mi entorno sí lo han hecho. Yo siempre he practicado Goju Ryu y entrenado con senseis okinawenses y españoles, así que mí opinión no será muy válida.
Pero como comentaba antes, las artes marciales siempre poseen una influencia cultural importantísima. Las artes marciales creadas en la India, China, Japón o en las Islas Canarias son muy diferentes entre sí porque las diferencias culturales son muy grandes.
Y la cultura japonesa y la okinawense son muy diferentes… y eso se refleja en el karate. Sobre todo en el sistema de enseñanza. En Japón es todo más estricto, la etiqueta es mucho más importante, mientras que en Okinawa son más relajados.
La primera vez que entrené con estadounidenses todos decían Osu! ¡Yo no había oído eso en mi vida! Luego descubrí que era algo que se decía en Japón. Pues la forma que tenían de comportarse en el Dojo y de dirigirse a Taira sensei era como alienígena para mí, con mucha distancia y un respeto exagerado, cuando Taira sensei es muy relajado, amable, abierto con todo el mundo, muy amistoso y se comporta de forma normal en un entrenamiento. Pero los practicantes que había alrededor no se comportaban así, sino que lo trataban de un modo específico al que ellos estaban acostumbrados a tratar a los sensei japoneses.
El karate japonés tiene una enseñanza con mucha disciplina, tipo militar, muy estricta… y un “endiosamiento” del sensei que no es sano, y es algo que no ayuda para nada.
Mira, he probado muchas cosas y he ido a un montón de seminarios, y cuando he visto algo así no me ha gustado nada, me ha tirado para atrás, me ha hecho sentirme muy incómodo y me han dado ganas de coger mi bolsa y largarme. Me gusta entrenar con gente que tenga los pies en el suelo… y creo que esa es la forma de entrenar en Okinawa: más familiar, respetando toda su etiqueta, sus tradiciones, etc. El karate okinawense es mucho más natural que el karate japonés.

¿Y similitudes?

La disciplina. Ambos la poseen, aunque los japoneses de un modo un poco excesivo. La disciplina es un punto en común en todos los estilos de karate. Los practicantes de karate normalmente están volcados en el arte marcial que practican y para eso se requiere disciplina.

Etiqueta y Valores en el Dojo.

Como he comentado el arte marcial tiene una importante influencia cultural de la sociedad en la que se creó, y eso cuando uno viene de fuera, aunque sea complicado y difícil, debe respetarlo mucho. La incultura se cura viajando. Cuando vas fuera tienes que aprender a comportarte de otro modo, tienes que ser una persona abierta, y no sólo en el karate, tienes que adaptarte al sitio a dónde vas, por mucho que no te guste o muy diferente que sea. Es una cuestión de respeto y educación.
Yo soy una persona muy relajada, a veces entreno con karategi, a veces sin él, si hace calor con bañador… son cosas en las que debemos de tratar de ser un poco lógicos. Hay que tener una educación, pero tampoco tan estrictos como los japoneses. ¡Lógica!
Hay que respetar la cultura, la etiqueta, etc., del modo de ser japonés. Pero para mi gusto es demasiado estricto y eso no ayuda a la enseñanza ni a la trasmisión…. La forma de enseñar en Okinawa es más relajada, uno se encuentra más libre, más natural, y eso ayuda.
Si vamos al Dojo y nos colocan con otros 50 y tenemos que hacer lo que se nos diga, no podemos preguntar u opinar, no podemos pensar… esto es el método japonés y nos lleva a convertirnos en robots. Pero esto no pasa solo en el karate, su sociedad es así… y eso no me gusta. Los españoles, por ejemplo, somos el punto opuesto, y tampoco me gusta [risas]. Tenemos que buscar un equilibrio, y creo que la cultura okinawense tiene ese equilibrio. Tienen esa disciplina, educación, etc., pero no es tan seria como la japonesa, ni tan dejada como la española, que somos un poco ¡viva la Virgen! [risas].

¿Cómo ve las diferencias en cuanto a nivel técnico e inquietudes entre los diferentes países?

En España, Francia e Italia el mundo competitivo es muy importante… hay mucha competición.
En EEUU, también hay competición, pero al ser un país tan grande hay mucha diversidad, con gran variedad de asociaciones, federaciones y escuelas con otro tipo de inquietudes, donde he visto practicantes de edades muy avanzadas que siguen practicando karate como modo de vida desde hace muchos años aunque tienen la lacra de los McDojos.
Esto en el mundo deportivo no pasa. Se llega a una edad y se deja el karate. Es una pena, porque hay personas que han dedicado un montón de horas, años y esfuerzos para adquirir una técnica y un físico, y al llegar a una edad dejan la competición, y una gran mayoría el karate por completo aunque afortunadamente algunos cambian el enfoque y siguen practicando.
En EEUU quizá haya una mayor búsqueda del karate como arte marcial, quizá debido a su forma de ser, ya que a pesar de la mala fama que tienen, suelen ser muy abiertos, muy amables y te hacen sentir acogido enseguida. Creo que esta diferencia cultural hace que busquen más el DO en el arte marcial, y que dediquen su vida a entrenar con otro enfoque.
En Tailandia el karate es prácticamente inexistente, y lo que hay es karate deportivo. Los tailandeses son muy vagos. Lo de hacer deporte lo llevan fatal… y lo de hacer deporte sin que les paguen lo llevan peor [risas]. Aquí si alguien hace algún deporte es Muay Thai o Taekwondo y porque en competición se gana dinero. Y esa es la razón por la que se dedican al arte marcial.
Es muy triste, porque aquí se ve claramente el daño que hace el enfoque deportivo al arte marcial. Al Muay Thai en los últimos 10 años le está sucediendo esto, se está perdiendo mucha técnica y el enfoque tradicional del arte. Lo único que se enseña es enfocado al combate deportivo porque es donde se gana dinero. Por ejemplo, la guardia que emplean ya no es la guardia tradicional sino la guardia de boxeo. Por ejemplo, Tailandia ha hecho buenas actuaciones en Boxeo en los Juegos Olímpicos y tiene muy buenos boxeadores. Pues esto está influyendo negativamente en el Muay Thai, ya que la guardia tradicional es mucho más eficiente para la reglamentación del Muay Thai. Y esto se ve. Pero cada país trata al arte marcial de forma distinta en base a su cultura.
En Okinawa la sensación es que se está quedando un poco estancada en el karate. Hay karatekas muy buenos, pero también los hay con mucho nombre que se han quedado estancados. Si no sigues buscando, te paras, no avanzas, y esto está empezando a pasar en Okinawa. No he visto todo en Okinawa, pero mucha gente viene a entrenar con Taira sensei de otros grupos porque buscan ir más allá del punto en el que se han quedado.

¿Qué opina de la mitificación de los maestros japoneses y ese endiosamiento que comentábamos antes? ¿Qué hay de cierto en ello?

Me parece fatal [risas]. Pero no sólo en el mundo del karate, sino en cualquier ámbito. Una cosa es haber conseguido muchos logros, poseer amplios conocimientos o haber hecho algo importante y otra que haya que tratarlos de una manera especial por su nombre.
Puedes ir a un curso de una persona con muchos conocimientos a la que haya que respetar pero que por su actitud no se haga respetar, o tenga malas maneras. Hay muchos con malas maneras, que igual era algo también a analizar.
Lo que me gusta de Taira sensei es que cuando imparte un curso se comporta como uno más, enseña todo lo que tiene y está dispuesto a que cualquiera se acerque a preguntar. En cambio en otros sitios no se comportan así, y eso no tiene nada que ver con que respetes a tu sensei.
El formato de los cursos de maestros japoneses en los que no te puedes acercar ni preguntar me parece absurdo. Cuando uno va a un seminario debería esperar que el profesor sea el primero que demuestre las cosas, no solo las técnicas o las aplicaciones, sino que se comporte como uno más. ¡Es una persona! No deja de serlo por muchos logros y méritos que pueda tener.
Es como lo de llamar sensei a las personas. Sensei es una palabra japonesa que tiene su sentido dentro de la cultura japonesa. Entonces, que la gente que va por la calle te llame sensei, cuando ni siquiera eres japonés, no lo veo. Por ejemplo, en Tailandia me llaman Kun Kru (señor profesor) o Atjan César (Atjan es como sensei) de un modo respetuoso porque soy profesor de secundaria, no por las artes marciales. Y en Japón sensei es un título que recibe cualquier docente, no solo dentro de las artes marciales. Simplemente me parece mal que se usen estos términos fuera de contexto. Del mismo modo que no soy muy amigo de usar excesivamente la terminología japonesa. Tsuki es puñetazo, Keri patada, pero ¿para qué vamos a usar nombres complicados de técnicas cuando podemos decir simplemente luxación de brazo o estrangulación en nuestro propio idioma?
El karate enseña a ser humilde, en parte porque siempre tenemos que estar avanzando. Cuando uno piensa que está arriba no avanza más. Va en contra de las enseñanzas del karate. Me sorprende que haya muchas personas que se comporten así, obligando a su entorno a comportarse de ese modo, y que fomenten esa imagen sectaria que existe en muchas organizaciones y que se refleja en muchos cursos.
Espero que esto no pase en ningún sitio donde yo este. Y si pasa, cogeré mi bolsa y me iré. Es algo que no acepto. Y he tenido la suerte de que eso jamás me ha pasado con nadie.
Como te comentaba, Taira sensei es muy abierto y amable, pero es que por lo que he podido ver en Okinawa es así en general. Cuando hemos estado con otros maestros, amigos de Taira sensei de la escuela, del kendo, del Uechi Ryu… han sido muy amables. Y algunos son 9º dan y otros tienen su propio escudo samurái, es decir, son personas importantes y se comportan como personas educadas.
Ser asiático no implica endiosamiento ni que sea capaz de enseñar artes marciales. Por ejemplo, antes podían enseñar Karate o Judo por ser japoneses simplemente, y a lo mejor solo llevaban 4 años de práctica. Esto pasaba antes, pero ahora… la gente tiene más conocimiento para discernir.

Importancia del estudio continuo.

[Risas] Pues si no, apaga y vámonos. Si no estamos estudiando continuamente, ¿de qué nos sirve? Sobre todo cuando es una actividad física. El karate es mente, cuerpo y espíritu, el famoso Shin Gi Tai. Si no estás acondicionando tu karate día a día, incluyendo estas tres facetas… lo tienes muy mal.
Pero como cualquier otra disciplina que requiera las mismas facetas. Por ejemplo, la música. La música se puede equiparar muy bien al karate porque requiere que los tres aspectos (mente, cuerpo y espíritu) estén presentes todos los días. Ya lo requiere si eres un pianista por hobby. Pues más si eres un concertista y haces solos de piano, posees un renombre, etc. Imagínate como se sentiría la gente si dijeras que no practicas todos los días, que a lo sumo un día a la semana y una hora, ¿Tú crees que podrías tocar igual de bien? Sería imposible. Y tampoco podrías seguir avanzando en tus estudios. Pues eso es lo que pasa en el karate. La gente cuando tiene un nombre y un dan deja de entrenar y solo da clases. Todos mis maestros entrenan todos los días, y eso se nota. Hay mucha diferencia entre quien entrena (física, técnica y mental) todos los días y quien no.
Pero esto ya lo decía Funakoshi con la metáfora del agua hirviendo, que es fantástica. Hay que practicar todos los días, pero no necesitas matarte física o mentalmente cada día.
Es algo en lo que hace mucho hincapié el Goju Ryu: mantener un equilibrio en todo, donde es muy importante el día a día.

¿Qué es para ti ser un maestro de karate?

Es que la palabra maestro… ¿maestro como docente?

Maestro en mayúsculas. En todos los aspectos.

Pues una persona que lleva toda la vida entrenando, que no para, que sigue avanzando y evolucionando en su técnica, que no se ha estancado y que es capaz de transmitir.
Mira, yo me dedico a la docencia desde hace unos años, y es un tema complicado. Quizá ahora estoy teniendo la venganza por mi comportamiento de alumno [risas]. Ser profesor es difícil, ¡muy difícil! El trasmitir conocimientos es difícil, pero el inspirar es muy difícil.
Un maestro además de poseer los conocimientos tiene que ser capaz de transmitirlos y de inspirar. El mejor maestro puede enseñar a cualquier nivel, pero es algo que se ve muy poco. Alguien que se encuentre en un nivel altísimo normalmente enseña a gente de élite, porque es difícil enseñar e inspirar igual a alguien que empieza hoy que a alguien que lleva 30 años.
Eso es lo más difícil para un profesor: trasmitir e inspirar. El que la gente ame algo como lo amas tú cuando estás tratando de enseñárselo es complicado.

¿Podemos los occidentales entender el karate o es algo vetado sólo para los japoneses? Porque parece que para ser gran maestro hay que ser japonés.

Eso es un estereotipo sin fundamento. Como los que critican a los músicos japoneses, porque a pesar de ser muy buenos técnicamente, no tienen “alma” y que cuando tocan el sonido es diferente. ¡Eso es una patraña! Conozco músicos japoneses que tocan con la misma alma y devoción que cualquiera de otro país. Pues lo mismo ocurre con el karate.
Pero volvemos a lo de antes. Las diferencias culturales y sociales hacen que ciertos aspectos les sean más fáciles de comprender porque tenemos una forma diferente de ver las cosas.
Por ejemplo, cuando llegué a Tailandia era como si me hubiera metido en una nave espacial y aterrizado en otro planeta. La manera de ser, pensar y ver las cosas es completamente diferente. Cuesta un poco pero al final lo entiendes. Podemos estar mirando el mismo objeto y un tailandés (o un japonés) ve algo diferente. Hasta se expresan de forma diferente, como lo relacionado con el concepto del KI. Cuando superas esa barrera y encuentras la llave que lo relaciona con aspectos e ideas de tu cultura el problema desaparece y lo puedes entender perfectamente.
Aunque Choyu Hentona dice que cada cultura tiene un pequeño aspecto que otras culturas no pueden llegar a comprender. A él le gusta mucho el flamenco, pero dice que los españoles tenemos ese duende especial para el flamenco, y que a él quizá le cuesta más.
Pues es lo mismo que los okinawenses con el karate. Pueden tener una predisposición como cultura creadora de un arte, sea un arte marcial u otro, por poseer esa conexión cultural innata que nosotros tenemos que aprender y comprender. ¡Pero es posible!
Es como la pintura de Picasso. Picasso dibujaba muy bien, con una técnica increíble que luego se dedicó a romper, y es algo que también lo convierte en un maestro. Un maestro domina todos los aspectos del arte y luego rompe con ellos para crear algo nuevo. Esto hizo Picasso al generar el cubismo. Cuando estudió la cultura africana observó que tenían una manera diferente de representar las cosas. Por ejemplo, para representar un vaso dibujaban un recipiente formado por tres líneas y encima un círculo. Veían por tanto el vaso de perfil y desde arriba a la vez, y no reconocían como tal un vaso dibujado en perspectiva isométrica. ¡Pero ambos son un vaso! Sólo que nosotros intentamos representar la tridimensionalidad que estamos viendo en papel. Pues esto es el cubismo, las tres dimensiones puestas a la vez, los ojos de perfil, la nariz de frente, la boca de otra manera. 






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