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miércoles, 18 de junio de 2014

Entrevista a Jesús Latorre Ramos (Pt. 1)

Entrevista a
Jesús Latorre Ramos
Madrid, 20/06/1971



"El querer ser una buena persona es lo que me interesa a mí del Karate"

¿Cuándo empezó a practicar Karate?

En 1979, con 7 años.

¿Cuál fue su primer Dojo?

El gimnasio Ishimi III en Guadarrama.

¿Quiénes fueron sus Maestros?

Octavio Martínez, que fue mi primer maestro, y el maestro Yasunari Ishimi.

¿Qué recuerdos guarda de su etapa de estudiante?

Los guardo todos, porque todavía soy estudiante [risas]. No recuerdo mucho de mis comienzos, ¡tenía siete años! Lo que si recuerdo es que me preguntaron si quería practicar karate, que era lo que había en Guadarrama y dije que sí. Recuerdo, por ejemplo, el primer día que me pusieron el cinturón. Toda mi vida es un recuerdo del karate porque he estado siempre vinculado a ello. Los recuerdos están en construcción.

¿Ha tenido etapas inactivas en la práctica?

No… cuando he tenido alguna lesión, pero no han sido periodos largos.

¿Ha practicado algún otro arte marcial?

No. He ido a algún curso de Jiu Jitsu pero nada más.

¿Cuándo empezó en la enseñanza?

Empecé con 15 años, pero ya desde los 12 estaba dos o tres horas en el club ayudando a mi maestro (O. Martínez) con los niños más pequeños, enseñándoles katas y demás. Pero fue a los 15 cuando ya se me asignó mi primer grupo, niños de 4 a 6 años. Ahí empecé, hace 27 años, en el Gimnasio Octavio Martínez, y desde entonces no he parado.

La Asociación de Karate Shitokai Sierra del Guadarrama: Inicios, lugares de enseñanza…

En el año 1992 compré la mitad del Gimnasio Octavio Martínez (Guadarrama), cuando ya entrenaba con el maestro Ishimi, y me hice cargo de él durante 15 años. En enero de 2002 cambiamos el nombre del club por el actual: Asociación de Karate Shitokai Sierra del Guadarrama. Luego cerré el Gimnasio y nos trasladamos al Polideportivo Municipal de Guadarrama, que es donde actualmente estamos.
Yo imparto clases, además de en Guadarrama, en Quijorna y Defensa Personal a la Policía Militar de la Escuadrilla de Honores del Ejercito del Aire en Madrid. Luego, alumnos míos dan clases en otros lugares de la Sierra. Tenemos la suerte de que, actualmente, a pesar de la crisis, la asociación sigue creciendo.

¿Ha cambiado la enseñanza?

Mi forma de enseñar ha ido cambiando. Ahora todo es diferente. Tanto yo como el alumnado somos diferentes. Yo empecé, con quince años, impartiendo solo a niños pequeños y ahora, 27 años después, tengo grupos hasta adultos, en los que se incluyen alumnos que comenzaron en aquella época.
Ha cambiado mi forma de pensar y la de los chavales, la forma de entrenar, todo ha ido evolucionando. Antes teníamos poca competencia de otras actividades, y ahora hay miles. Antes teníamos unos 60 alumnos en el club, y ahora solo en Guadarrama tengo 150. Hemos evolucionado en todo.


¿Percibe cambio en el alumnado en general?

Un cambio total. Yo intento que mis alumnos vengan a hacer única y exclusivamente karate, pero la tendencia es que la gente viene a hacer otro deporte más. Yo tengo la suerte de poder explicar a la gente que el karate es otra cosa (disciplina, arte marcial). Hay personas que vienen y me dicen: ¡yo quiero que mi hijo se divierta! Pero es que el karate no es para divertirse, es un Arte Marcial. El karate, si no te gusta, es muy duro, pero si te gusta, sí te diviertes. Desde que explico esto a la gente percibo que el alumnado viene a entrenar con más seriedad, tanto niños como adultos, y me evito malos entendidos.

¿Cómo y en qué ha cambiado el entrenamiento?

Mira, yo he pasado por varias fases. Empecé haciendo karate de niño, que no es igual que hacer karate de adultos. He pasado por la etapa de niño, de competidor, de post-competición y la enseñanza. He ido cambiando a medida que he ido evolucionando. No enseño karate igual ahora que cuando tenía 18, porque mis conocimientos no eran los actuales, aunque siempre he intentando enseñar lo mejor posible y he intentado formarme al máximo.

¿Entonces hacía más competición al principio?

No. Yo siempre he intentado hacer más tradicional y por ahí ha ido mi enfoque siempre. La competición la he tocado, porque a los niños también hay que enseñarles competición, pero siempre he ido más por el otro lado. Los que valen para competir hacen entrenamientos a parte, pero no me he dedicado a la competición exclusivamente como otros clubes. El 90-95 % de mis alumnos no compiten.

¿Cómo son las clases con Jesús Latorre?

Un día hacemos kihon y defensa personal (o trabajo por parejas), otro kihon y kumite y otro kihon y kata. Esto siempre lo he hecho así.

¿Algún alumno le ha marcado más que el resto?

Por supuesto. Me han marcado muchos. Alumnos que empezaron conmigo con 4 años (cuando yo empecé con 15 años) y todavía siguen conmigo. También aquellos que cuando necesitamos ayuda están ahí para tender una mano. Incluso algunos que dejaron de practicar conmigo hace tiempo me marcan ahora, porque me encuentro con ellos por ahí o me mandan un mensaje diciéndome que se alegran de haber entrenado conmigo y de lo que les he ayudado a formarse, no sólo como karatekas, sino como personas, y que se dan cuenta ahora, a lo mejor después de 10 ó 20 años sin vernos.

¿Ha sido competidor?

He sido competidor desde los 8 años hasta los 33, que me retiré, y casi siempre en katas, aunque competí durante una época en kumite, pero muy poco.

¿Karate es competición?

Estoy en contra de que la gente piense que el Karate es competición. Si la gente conociese ese 99% de las cosas del Karate que no son competición… quizá fuésemos menos karatekas, pero…
La competición es necesaria, porque enseña a los chavales retos diferentes a los de la práctica individual. Pero una cosa es que sea necesaria y otra cosa que dependamos de ella para todo, y que todos los cambios de reglas y normativas sean motivados por la competición. Se piensa que lo que vemos en la competición es lo que está bien, ¡y es al revés! Casi todo lo que viene de la competición está mal hecho. Por ejemplo, un kata tradicional se hace de una manera en competición y la gente ya se cree que es así.
Ahora mismo el karate de competición está realizado por atletas. En mi época éramos gente que practicaba karate y de ahí nos sacaban para competición, con nuestro karate. Yo nunca he entrenado competición única y exclusivamente. Yo hacía mis clases normales y fuera de horas adaptábamos lo que hacíamos diariamente a los katas de competición. Ahora casi nadie trabaja un kihon continuo para llegar a ser un buen karateka. Entrenan físico, son unos atletas increíbles que podrían hacer tanto kata como kumite, pero como si los pones a hacer otro deporte, porque destacarían en cualquier actividad. Pero karatekas….
Seguro que al 90 % de los competidores de kata les preguntas cómo tienen que mover la cadera para un determinado movimiento o qué es lo que hacen en un movimiento o de dónde viene el movimiento y no lo saben. Solo repiten sus 5-6 katas. Los de kumite se pegan y les da igual como coloquen la mano. Físicamente son increíbles, pero de karate… Entrenan un montón de horas, eso nadie lo discute, más que cualquiera… pero, ¿cuántas horas son de karate?

Pero esa no es la imagen que tienen sobre la competición muchas personas…

La gente ahora copia, no aprende. Ven un vídeo de alguien que es campeón de no sé qué y lo hacen igual que él. Y si en el vídeo se ha confundido, pues se confunden, ¡porque lo copian! Además no hay nadie que les diga que lo están haciendo mal.
Yo enseño lo que he aprendido y también estudio constantemente, y mucho, los movimientos y otras cosas de karate. Yo siempre que explico o cambio algo lo hago con una explicación razonada y basada en mi estudio y mi comprensión pero nunca porque resulta que lo he visto hacer así en no sé donde… Yo siempre argumento el porqué hago una cosa, y eso es algo que no todo el mundo puede decir.

Quizá ahí influye que haya personas que no practican, solo enseñan.

El problema de algunos que llevan muchos años en el karate es que no hacen karate. Yo ahora voy a practicar con Jesús del Moral, y voy a practicar… nunca he dejado de hacerlo. El llevar 30 años haciendo karate no significa que no necesite practicar. Es que además de estudiar, tengo que ser capaz de enseñar a mis alumnos mostrando físicamente. Cuando dejas de entrenar, a los 5 ó 6 años un alumno tuyo se da cuenta si puede seguir contigo o no.
Hay mucha gente que llega a 1º ó 2º dan y empiezan a dar clases y piensan que ya no necesitan entrenar. Y esto en lugares donde no hay maestros sucede más todavía. ¡No puedo entrenar más porque mi maestro se ha quedado pequeño para mí! [risas] Y esto pasa mucho. Pero ninguno te dirá que no entrena, sino que ¡entrenan solos! [risas]. Siempre hay que seguir practicando y recibiendo clases. Que se pueda aprender mucho o poco, eso ya es otro tema, pero hay que seguir practicando. Entreno físico y mental, estudiando más que nunca. Cuanto más tiempo llevo, más tengo que estudiar. Cada vez me resulta más fácil sistematizar y estructurar lo aprendido para aplicarlo en las clases, pero más tengo que indagar.

Etiqueta en el Dojo.

Yo no entiendo a las personas que entrenan con una chaqueta de chándal. El karate es un arte marcial con etiqueta. ¿Qué antaño no se ponían karategi para practicar? Vale, seguro que sí. Pero desde que el karate está estructurado como tal, un karateka debe: estar limpio, con el karategi y el cinturón bien puestos, saludar para entrar en el tatami… Esto son cosas que no hacen los competidores, porque les da igual. Si les dejas hacer una clase con el chándal, ¡tan contentos que están! En mi clase, o entras con karategi o no entras. Esto no lo debemos olvidar nunca, incluso estando solos. No por entrenar uno solo debemos olvidar la etiqueta.

Diferenciación de Karate Deportivo y Tradicional

Uno es deporte y otro un arte marcial [risas]. ¿Qué es tradicional, clásico o no deportivo, o cómo quieras llamarlo? Pues el karate que hacemos en el dojo habitualmente, lo que se enseña todos los días. El deportivo es una faceta muy pequeña que ahora muchos consideran lo más importante del karate. Yo no entreno para competiciones. Mi objetivo es que si mis alumnos van a una competición sea a través del karate tradicional o clásico o como lo quieras llamar. O sea, que lleguen a la competición con un nivel derivado del trabajo hecho en clase, no a base de entrenar sólo con lo que van a competir.

Pero muchos clubes se saltan una progresión lógica, sobre todo en katas, para ser más competitivos y adaptan a los que no compiten a ese tipo de trabajos…

Eso lo hacen todos los que se dedican a la competición. Lógicamente sacaran más medallas que los demás. Yo de todos los alumnos que tengo sólo me ganan dos o tres, pero no pierdo el tiempo preparando competiciones con clases extras. Las clases son las mismas para todos. Los que van a ellas lo hacen con lo que trabajan diariamente o en horas fuera de clase. Si quieren mi ayuda, les ayudo, pero no les dedico una sola clase a ellos para prepararles un campeonato. ¿Cuántos competidores llevan o llevarán 25 años haciendo karate?
Yo quiero que mis alumnos cuando vayan a cualquier lugar del mundo y hagan karate que la gente diga ¡que bien hace tu alumno! En cambio los de competición… algunos vienen a mis clases y no son capaces de seguirla. Esa es la diferencia. Quiero que cuando dejen de competir puedan seguir haciendo karate. Que les llegue un señor de 50 años que quiera hacer karate (y no competir) y que puedan enseñarle karate y no sólo cosas de competición.
No se dan cuenta que a la mayoría de la gente no les gustan las 4 cosas de competición.

¿Cómo ve el olimpismo?

Si la competición es perniciosa para el karate, porque nos modifica su estructuración, imagínate cuando sea olímpico. El olimpismo sólo es dinero para las federaciones. ¿Por qué se quiere ser olímpicos? Para recibir más subvenciones. Pero sólo va a beneficiar a los cuatro que compiten.

Pero algunos alegan que el olimpismo traerá más difusión al karate…

Mira, el otro día leí en una entrevista que hay mas de 100 millones de practicantes en el mundo, y que los federados no llegan ni al 8 %. El karate es conocido por si mismo, no necesita de las olimpiadas. El karate no vive del deporte, vive del día a día. Si ya ahora una federación deportiva controla un arte marcial, imagínate encima cuando tenga mucho dinero [risas].
Las normas del karate se cambian única y exclusivamente para que seamos olímpicos. El karate de competición de hace 30 años no tiene nada que ver con el de ahora, pero no porque haya evolucionado para mejor, sino hacia el ser olímpico. ¿Cómo? Los de los JJOO quieren que llevemos peto… lo ponemos. Que llevemos casco… lo ponemos. Que suene cuando se puntúe… pues de aquí a poco se instaurará, como en el Taekwondo. ¿Que le ha pasado al Taekwondo? Se hizo olímpico y está igual o peor que antes. No beneficia.
Si el karate sale olímpico… bueno, habrá que aceptarlo y tendremos que diferenciarnos todavía más. Por un lado, los que hacen competición, por el otro, los demás.



Quizá falte argumentar qué beneficios le va a aportar el olimpismo a los practicantes medios y no competidores.

Cuando lo he hablado con algunos responsables de la federación me dicen que con el aumento de dinero van a poder hacer más competiciones.

Pero muchos no quieren más competiciones, y quizá sí otro tipo de eventos.

Claro, es que yo lo que quiero es que la gente practique karate en los gimnasios. Hombre, si a mi me dicen que por ser olímpicos voy a tener 300 alumnos, pues ¡Olé! [risas].

Pero bueno, los buenos competidores entrarían en las becas ADO, aunque, por ejemplo, en el Judo no hay ni diez becados.

Es que ese es el único beneficio para los deportistas, becar a los mejores competidores. Pero aunque fueran 100, ¿cuánto representa eso del karate nacional? Es que es ilógico que para cuatro competidores todos los demás tengamos que modificar y adaptarnos a sus normas para recibir una subvención…

¿Y qué le parece que solo sea Kumite y no Kata?

Es que cómo no entro en eso me da igual. Es una ocurrencia más. Dicen, ¡es que el kumite es más vistoso! Bueno… más vistoso para los que les gusta el Kumite, para los que les gusta el Kata es el Kata.
Si el olimpismo fuera algo bueno para el Karate estaría claro que tendrían que serlo los Katas, no el Kumite. La base del Karate es el Kata. Algunos dicen ¡es un poco coñazo! Pero es que el karate es un coñazo [risas]. ¿Por qué la gente no va a ver las competiciones de Karate? Porque es un rollo. O te gusta o es un rollo. Y si te gusta, es un rollo también. Porque si te gusta, te gusta ver una final o a 4 competidores que son buenos, el resto es un coñazo, y eso es lo que parece que algunos no ven. La competición es ver una vez, y otra y otra más de lo mismo.
Es que si defendemos el Karate como tal, y crees que con el olimpismo crecerá, deberías intentar que lo fueran los katas. Porque al kumite si viene alguien de otro arte marcial y le explicas las reglas puede hacerlo. En cambio los katas son más complicados, porque es repetir y machacar, machacar, machacar… hasta que te salga. Un competidor de kata aunque no sepa lo que está haciendo se lo ha tenido que trabajar mucho. En cambio en Kumite no es así. Por ejemplo, en China, hace 4 años, cogieron a competidores de otras artes marciales (Kung Fu, TKD…) y los metieron a Karate, sin saber nada de karate, porque pensaban que iba a entrar en las olimpiadas, y con esto hicieron una selección de personas, que no sabían karate, pero sí sabían pelear porque les enseñaron las reglas de la competición. Es que para botar, ser rápido y moverse no hace falta ser karateka. Sólo hay que ser un atleta.
Si fueran justos… yo quitaría los katas de la competición porque lo único que están haciendo es estropearlos. Todo el arte que tiene el karate guardado en los katas desde hace un montón de años lo estamos perdiendo en diez años.

Valores del Arte Marcial vs Deporte

En un deporte (cualquiera) son mentira los valores que hay. Ninguno se alegra porque gane el mejor [risas]. Se supone que en una competición deportiva gana el mejor y que todo el mundo se debe de sentir orgulloso de que alguien que ha sido mejor que uno, gane. ¡Eso no pasa! La competición es ganar ante todo, aunque tengan que pisar a quien sea para ello. Esto son valores que a mi no me valen.
En el karate deportivo siempre se dice que hay que ayudar a los demás. Eso no pasa, la gente ayuda a los de su grupo, y a los demás si puede los pisa. A mi esto no me vale, no me gusta y no lo quiero para mí. Igual que cuando se habla mal de otros. Nadie dice que otro es mejor que uno mismo. Se predica mucho respeto y ayuda a los demás, pero solo se ayuda a poner el pie en el cuello para que se asfixie antes. Hay muchos enfrentamientos, que son inevitables en la vida, pero hay que alejarse de ellos. Te dicen que en karate se enseña educación y respeto, y a la primera de cambio, la actitud cambia.
Nosotros dentro de la asociación nos cuidamos unos a otros y lo demás no nos importa. Prefiero decirlo así. Yo mi karate lo tengo en mi asociación, en mi club, en mi grupo. Fuera de ahí… Es que a mi los valores que me interesan del Karate son, por ejemplo, formarte como persona (que es lo más importante) el conocimiento y control de uno mismo, las pautas para llevar una vida sana y por el buen camino, no hacer daño a los demás… es una forma de vida. El querer ser una buena persona es lo que me interesa a mí del Karate. 


Una virtud que le gustaría ver reflejada en todos sus alumnos.

Los valores que se le atribuyen al Karate: Respeto, disciplina y educación. Pero hacia ellos mismos. Si eres respetuoso y educado contigo mismo, con los demás es fácil. Alguien educado es educado en todos los sitios.


¿Podemos los occidentales entender el karate?

Yo creo que si. Lo que pasa que es muy difícil decirle a alguien que cuando haya repetido un movimiento 5.000 ó 15.000 veces entenderá porque lo hace. No hace falta preguntar tanto. Lo que pasa que los occidentales preguntamos el porqué antes de haberlo entrenado. Yo he aprendido que aunque se pueda preguntar, hay que preguntar menos y entrenar más, sentirlo para poder entenderlo.
Si haces algo y te duele la cadera, seguro que estás haciendo algo mal. Cuando lo haces bien, entiendes porqué se hace así, ¡porque si no te duele! [risas].
Por eso cuando le preguntas un porqué a un maestro japonés te dice que repitas. Queremos entenderlo sin sudarlo, y luego encima decimos que no funciona.

¿Qué le ha llevado a publicar los libros?

Pues fue una propuesta de un editor (que era conocedor de que yo sabía muchos katas) para que sacará un libro. Le hice caso, y lo que empezó como una tontería... Además, como vendí bien el primero (2002), hice el segundo (2003) y ahora 10 años después el tercero (2013).
No sé porque lo hice… desde luego no por una motivación económica, sino quizá la satisfacción personal de haberlo hecho y dejar algo escrito en el Karate. Además me ha servido para ir guardando y ordenando los katas.

En el tercer volumen muestra unos Yakusoku Kumite de katas superiores. Desarrollo personal. Finalidad.

Mira, cuando analizo la forma de enseñar Karate, le doy prioridad a los katas, pero contando que es lo último que hay que aprender. Antes hay que hacer kihon, explicarlo, desarrollar un trabajo por parejas que englobe las técnicas más importantes de ese kata, y luego enseñar el kata. Así ese kata lo vas a aprender y comprender más fácilmente. Así entiendo yo la enseñanza.
Como en los katas superiores no hay Yakusokus, yo he elegido las técnicas que he creído más importantes de cada kata para poder hacerlas con un compañero, estructurándolas como kihon y luego por parejas, como una vía para la comprensión del porqué en el practicante. Pero no unos Yakusoku de película; sin volteretas, técnica a técnica, y algo que puedas explicar.
Además si los Pinan tienen unos Yakusokus, ¿por qué no los superiores? Sé que no todo el mundo los va a practicar, pero si a alguien le sirven para hacer sus propios yakusokus, pues ya está bien. 




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2 comentarios:

  1. Excelente, 100% de acuerdo
    Muchas felicidades

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  2. Buenas noches.
    Soy judoka y competidor en katas y entiendo el judo como usted entiende el karate.
    Me pongo de pie y digo Rei.

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